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La kombucha no es una bebida nueva ni tampoco nos la hemos inventado nosotras en nuestro pueblecito de Extremadura. Ni siquiera fueron los surferos de California quienes las descubrieron en los años 80.
Cuenta la leyenda, que la kombucha nació en Asia hace miles de años. Guay ¿eh? Puedes leer más de su historia aquí.
En Komvida, hemos rescatado la receta milenaria para que disfrutes de la auténtica kombucha, y le hemos dado nuestro toque único. ¿Pero qué es realmente la kombucha?
La kombucha es una bebida que obtenemos a partir de cuatro simple ingredientes: té verde, scoby, agua y azúcar de caña. Espera, espera… sabemos lo que estás pensando, ¿sabe a té?, ¿cómo que lleva azúcar? ¿qué es eso del scoby?
Te contamos: la kombucha es el resultado de la fermentación de té verde y azúcar. Es aquí cuando ocurre la magia. El scoby, que técnicamente, es una simbiosis de bacterias y levaduras, consume el azúcar prácticamente en su totalidad, produciendo una bebida de delicadas burbujas naturales de la fermentación y un sabor que estamos seguras de que te sorprenderá.
La kombucha de verdad, como Komvida, se hace solo con cuatro ingredientes: té verde ecológico, scoby, agua y azúcar de caña ecológica. Así obtenemos nuestra kombucha original, a la que también podemos añadirle frutas y otros ingredientes para crear infinidad de sabores.
Todos los ingredientes que utilizamos para Komvida son 100 % ecológicos y minuciosamente seleccionados por nuestras maestras kombucheras.
Un gran antioxidante natural que importamos directamente desde Asia.
El causante de toda la magia: una simbiosis de bacterias y levaduras que fermentan el té verde y el azúcar.
De azúcar queda bien poco en nuestra kombucha, pues el scoby se encarga de eliminarla durante la fermentación 😉
Y ya está. Simplemente.
En una segunda fermentación, añadimos deliciosas frutas ecológicas para crear diferentes sabores de kombucha. Descúbrelos aquí.
En un recipiente, mezclamos té verde y agua con el scoby y el azúcar. ¡Comienza la magia!
El scoby consume té verde y el azúcar (casi en su totalidad). Nota: no, no sería posible hacer una kombucha sin azúcar. Mataríamos a nuestro scoby de hambre, ¡pobrecito!
El absoluto control del proceso, y el amor que le ponemos, hace que obtengamos la kombucha más rica y equilibrada que jamás hayas probado.
Después de haber esperado el tiempo que dicta nuestra receta, ¡tenemos kombucha!
Para conseguir los diferentes sabores, añadimos el resto de ingredientes, siempre ecológicos.
Sobre la solución de té verde ecológico y agua, depositamos el scoby y el azúcar... y comienza la magia.
Es en este momento cuando el scoby consume el azúcar casi en su totalidad.
El absoluto control del proceso y el amor que le ponemos, hace que obtengamos la kombucha más rica y equilibrada que jamás hayas probado.
Después de haber esperado el tiempo que dicta nuestras súper receta, ¡tenemos kombucha en sus sabor original!!
Ahora podemos volver a fermentar añadiendo otros ingredientes, como frutas, para crear nuestra gran gama de sabores.
Ya solo queda disfrutar de todo el sabor de Komvida.